¿Qué es la gestión de riesgos?
La gestión de riesgos es el nombre que reciben las medidas que se toman para valorar las probabilidades de pérdida que existen al invertir en activos financieros. Además, establecen planes que sirven para mitigar los efectos que se producen cuando hay resultados negativos.
¿Para qué sirve la gestión de riesgos?
La gestión de riesgos sirve para que el inversor pueda evaluar si se encuentra en el mejor momento para operar o si es mejor esperar. Para que estas medidas sean efectivas es necesario analizar el mercado y, para tomar la decisión de invertir, hay que hacer una comparación empírica evaluando el comportamiento que tuvo el producto en circunstancias parecidas.
La gestión de riesgos se emplea para estudiar los tipos de contratiempos que se dan en el mercado y que pueden afectar al valor del producto. Uno de ellos es la fluctuación de cambio que puede tener una divisa por las circunstancias políticas y económicas del país que la emite. Otro, es el de tipo de interés que interfiere en la ganancia que se pueda obtener en una operación.
Tipos de riesgo
También existe el riesgo de mercado que estudia la volatilidad de los activos o el riesgo de crédito, algo muy habitual, y que corresponde a la probabilidad de que una de las partes de un contrato no cumpla con su cometido. Otro muy similar es el de liquidez, que se produce cuando una parte no tiene capacidad para cumplir un compromiso de pago.
Una modalidad de riesgo a la que se presta mucha atención es la de país, que apunta directamente a los factores políticos. Tampoco se debe olvidar el sistémico, que es el que existe en todas las operaciones financieras sobre todo en aquellas que se realizan en mercados de renta variable.