La tasa Tobin, también conocida por las siglas FTT (Financial Transactions Tax), fue creada por el economista James Tobin y forma parte del grupo de impuestos financieros. Se pensó para controlar los movimientos de fondos entre las bolsas para, de este modo, contribuir al equilibrio de la moneda de un país.
Su objetivo principal fue penalizar todas las operaciones relacionadas con la conversión de divisas a corto plazo. Este impuesto fue ideado para no afectar a los consumidores; los propios integrantes del sector financiero son los responsables de pagarlo. Actualmente, este se aplica, además de a las transacciones de divisas, a todas las relacionadas con bonos y acciones.
Orígenes y controversias de la tasa Tobin
La tasa Tobin fue anunciada en 1971, y surgió para dar respuesta a una situación coyuntural de ese momento. Se introdujo en el año posterior al que fueron modificados los sistemas de cambios fijo por los que actualmente están vigentes al día de hoy, los sistemas de cambio flexible.
Una vez implantado este, tuvo lugar un movimiento masivo de fondos que incrementó la incertidumbre. La variabilidad de los costes y la fluctuación de divisas a corto plazo, así como los precios del intercambio de divisas entre los países.
Para frenar la volatilidad de los mercados, Tobin, en su propuesta inicial, planteó una tasa del 0,5 %. Actuó al contrario que otros economistas que abogaban por tasas que oscilaban entre el 0,1 y el 1 %.
Para que la tasa tuviera los efectos estabilizadores esperados en la economía global, su creador indicó que era preciso que todos los profesionales pertenecientes al sector financiero la pusieran en práctica.
De esta forma, todas las instituciones financieras, incluyendo los bancos, podrían controlar el exceso de divisas que se produce cuando se realizan inversiones a corto plazo en estos mercados. Por lo tanto, esta tasa no incluía las operaciones a largo plazo.
Más datos…
Sin embargo, la concepción original de la tasa Tobin ha sido modificada y adaptada a escenarios particulares, así como a diferentes contextos de varios países, en el transcurso de los años. Así, en ocasiones ha sido empleada como vía de generación de ingresos para el desarrollo.
Las aplicaciones que a lo largo de la historia se le han dado a la tasa Tobin han contribuido a que, muchas veces, sea malinterpretada. Igualmente, desde sus inicios se ha generado un conjunto de controversias vinculadas con su aplicación.
Algunos críticos de la tasa señalan que su implementación recorta o frena los potenciales beneficios en los mercados de divisas. Otros apoyan también el criterio de que contribuye a disminuir las transacciones entre divisas, lo cual repercutiría negativamente en el desarrollo de la economía mundial.
Por su parte, los expertos que apoyan su implementación defienden la idea de que esta ayuda a lograr un mayor equilibrio macroeconómico y, al mismo tiempo, impide que tengan lugar crisis económicas de divisas.
¿Cómo se emplea la tasa Tobin en España?
En España, se ha retomado la propuesta de crear un gravamen del 0,2 % sobre las operaciones financieras, bajo el nombre técnico de Impuesto sobre las transacciones financieras. Su objetivo es gravar la compra de acciones o activos que tienen lugar desde el sector financiero. Independientemente del lugar donde residan los entes implicados en las operaciones. De ser aprobada esta disposición por el parlamento, el Gobierno prevé recaudar 850 millones de euros.
La tasa Tobin ha sido ampliamente debatida desde su creación. Algunos expertos defienden la idea de que su aplicación contribuye a controlar las fluctuaciones del mercado de divisas y a mantener la estabilidad en la economía mundial. Este impuesto ha sido implementado y contextualizado en varias regiones del globo. Para entenderla de forma eficiente, te proponemos los mejores cursos de bolsa disponibles en el mercado. Suscríbete al Club BPT y compruébalo.