Cuando hablamos de sociedad cotizada siempre se hace referencia a sociedades anónimas, ya que una sociedad limitada cotizada no puede existir.
Estas sociedades anónimas están formadas por acciones cotizadas que forman el capital social, nunca serán participaciones, ya que pueden comprarse y venderse libremente en los mercados secundarios financieros, donde el precio de compra o venta dependerá de su cotización, evoluciona en función de la oferta y la demanda que sufra dicho título.
En cada país se establecen las características mínimas para que una sociedad anónima pueda cotizar en bolsa, las más habituales son establecer un tamaño mínimo, que tenga Consejo de Administración, un capital social mínimo más alto que el exigido legalmente, etc.
Requisitos para ser sociedad anónima cotizada
La principal ventaja de una sociedad anónima cotizada es la facilidad que estas obtienen para acceder a la financiación.
Esto se debe a que los dueños de las acciones cotizadas pueden estar variando de forma permanente, posibilitando así la entrada de nuevos accionistas de forma muy sencilla, lo que genera en la compañía un crecimiento más rápido, una mayor internacionalización, mejor reputación, etc.
Ahora bien, existen algunos inconvenientes para las sociedades anónimas que cotizan en bolsa, como son:
- Exigencia legal del cumplimiento de requisitos mínimos para poder cotizar, lo cual conlleva a realizar un mayor número de inversiones e incluso aumentar el capital social.
- Tienen un mayor control de las autoridades sobre las sociedades anónimas cotizadas.
- Deben presentar los estados financieros con mayor periodicidad, pasar auditorías obligatorias, etc.
En resumen, los requisitos legales mínimos para ser una sociedad anónima que cotiza en bolsa son:
- Ser una sociedad anónima abierta y estar inscrita en el Registro de Valores.
- Hacer una petición formal de admisión ante las sociedades rectoras.
- Superar un proceso de análisis y verificación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
- Entrega de documentos acreditativos, como son los estatutos de la empresa, los acuerdos sociales, auditoría de cuenta y folleto informativo sobre la operación.
- Desde el punto de vista económico, deben contar con un capital mínimo de 1.200.000 euros, repartido como mínimo entre 100 acciones, y que cada una de ellas no supere el 25% del capital social.
- Los beneficios de los dos últimos años deben haber permitido repartir un dividendo del 6% respecto del capital pagado.
¿Por qué una sociedad anónima decide cotizar en bolsa?
La Bolsa es la solución de muchas sociedades anónimas para la consecución de sus objetivos, saltando a la dimensión y consolidando su proyecto.
Algunas consiguen la financiación que necesitan, y otras ponen en valor su potencial, aprovechando la reputación y visibilidad del mercado, o incluso, obtienen liquidez porque encuentran nuevos inversores y herramientas que mejoran su gestión.
El hecho de decidir cotizar en bolsa es una decisión empresarial estratégica que abrirá a la compañía un nuevo mundo de oportunidades y ventajas.
El proceso para acceder al mercado bursátil es muy sencillo, tan sólo precisa del cumplimiento de unos requisitos mínimos y de una posterior elección del procedimiento que mejor se ajuste a las necesidades y objetivos de la empresa.
¿Qué sociedades pueden o no cotizar en bolsa?
Hay compañías qué aun reuniendo los requisitos mínimos legales para ser sociedades cotizadas, deciden no entrar en bolsa, aunque son múltiples las ventajas que ofrece el mercado bursátil (rentabilidad y credibilidad), hay algunas empresas que prefieren no formar parte de este mercado.
Uno de los factores que explica esta situación es cuando los propietarios de las acciones controlan la gran parte de ellas, y, por lo tanto, realizan la gestión total sobre sus activos, normalmente son compañías que comenzaron en núcleo familiar.
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