Seguramente, al mencionar los productos cotizados pensarás en acciones. Sí, es cierto; las acciones también son un activo que cotizan en un mercado (la bolsa de valores). Pero no es el único tipo de instrumento de inversión que puedes encontrar en los mercados financieros.
A continuación, te mostramos qué son los productos cotizados, cuáles son los tipos más comunes y cómo puedes invertir en ellos.
¿Qué son los Productos Cotizados?
Se denominan productos cotizados a aquellos títulos valores que cotizan en un mercado financiero regulado.
En realidad, cualquier instrumento financiero puede comprarse y venderse libremente en todos los casos. Sin embargo, al estar admitido a cotización en un mercado, tiene un plus de liquidez, transparencia, sencillez en la operativa y seguridad.
Por un lado, es más fácil encontrar compradores y vendedores, puesto que precisamente un mercado es un punto donde confluyen la oferta y la demanda de productos financieros. Además, existen los llamados market makers (creadores de mercado) que aportan liquidez.
Por otra parte, un mercado organizado cuenta con su propio reglamento y una cámara de compensación (que actúa como garantía para que las partes cumplan con sus obligaciones). Para profundizar en estos conceptos, puedes explorar nuestro curso sobre estructuras de mercado en trading, que detalla estos aspectos cruciales para los inversores.
Todo ello sin contar con que los mercados organizados están sujetos a una normativa que los regula. Además, existe un organismo que los supervisa y vela por su buen funcionamiento (en España es la Comisión Nacional del Mercado de Valores).
¿Qué tipos de productos estructurados puedes encontrar?
El caso más claro de productos cotizados son las acciones y los bonos, pero también existen otros productos derivados que cotizan en una bolsa de valores. Es decir, su precio deriva de un activo subyacente.
Los más comunes son los siguientes:
- Futuros financieros: se trata de contratos en los cuales se acuerda la compraventa de un activo concreto (bien sean acciones, índices, materias primas, divisas, etc.). Se acuerda un precio, pero la entrega se realiza a una fecha futura.
- Opciones financieras: en este caso, el comprador de la opción no tiene la obligación de ejercer la compra o la venta del activo financiero, sólo tiene el derecho de hacerlo si le interesa el precio de cotización en contraste con el precio acordado previamente. A cambio paga una prima al vendedor de la opción.
- ETFs: los ETFs (Exchange Traded Funds) son fondos de inversión cuyas participaciones cotizan en un mercado, tal y como las acciones de bolsa.
- ETCs: los ETCs (Exchange Traded Commodities) son otro tipo de productos cotizados. A diferencia de los ETFs no se basan en una cartera de valores, sino que siguen la evolución de una materia prima concreta. Es decir, puedes invertir en una materia prima comprando participaciones de un ETC en bolsa.
- ETNs: los ETNs (Exchange Traded Notes) son un tipo de producto cotizado que permiten la compra de deuda senior subordinada a una entidad financiera. En la práctica se utilizan para invertir en activos no cotizados (por ejemplo, criptomonedas).
- Warrants: los warrants son productos parecidos a las opciones, con la diferencia que son emitidos por entidades financieras con unas condiciones preestablecidas.
- Multi: se trata de productos complejos, pero permiten seguir la evolución de un índice con apalancamiento diario.
- InLine: este tipo de productos pueden ofrecerte una cantidad fija de 10 euros llegada la fecha de su vencimiento, siempre y cuando el activo subyacente cotice dentro de un rango de límites de precio establecidos.
- Turbos: se trata de productos apalancados, emitidos por entidades financieras, que permiten anticipar la evolución del precio de un activo subyacente. Aunque existen diferentes variantes de estos productos, se caracterizan porque existe un nivel barrera y si la cotización lo alcanza vence automáticamente.
¿Cómo invertir en productos cotizados?
Una de las ventajas de los productos cotizados es que puedes ver su precio en tiempo real, con total transparencia. Además, la operativa es sencilla: simplemente necesitas abrir una cuenta con un intermediario financiero (un bróker) que ejecute las órdenes en el mercado por tu cuenta.
Al cotizar en un mercado, es preciso contar con la intervención de un intermediario debidamente autorizado. No son productos que puedan comprarse directamente al emisor, sino que tienes que acudir a la bolsa de valores en la cual se encuentren listados.
Generalmente, los brókers te proporcionan todas las herramientas y facilidades para que puedas analizar los productos cotizados, tomar decisiones y lanzar las órdenes de compra o venta. No obstante, necesitas conocimientos sobre el análisis técnico, gestión monetaria y otros pormenores debido a que generalmente son instrumentos apalancados, útiles para realizar una operativa de trading a corto plazo.
Si estás empezando, nuestro curso de trading para principiantes te enseñará cómo utilizar estas herramientas de manera efectiva y tomar decisiones informadas.