¿Qué habilidades necesito para hacer trading? (y no es una carrera de economía)
El trading no es una ciencia. Tampoco es algo doctrinal, ni académico. Y desde luego, no tiene nada que ver con la economía.
Tenemos que ser conscientes de que el trading consiste en la especulación en los mercados financieros en plazos muy cortos, que tienen muy poco que ver con los ciclos económicos.
Los datos macroeconómicos que van saliendo sí que tienen un claro efecto sobre el mercado en cuestión de segundos, pero para entender esta cuestión, no hace falta ser economista.
Con el trading se buscan dos cosas. A nivel teórico, localizar los puntos del mercado dónde existen más posibilidades de que podamos prever el sentido de la tendencia que se forme inmediatamente después. A nivel práctico, el saber manejar la posición de la mejor forma posible, tanto si es con beneficio, como si es con pérdidas.
El trading y la psicología
El trading podría tener más que ver con disciplinas numéricas, como las matemáticas o la estadística. También con la informática, en todo lo relacionado con plataformas gráficas y programación de indicadores y sistemas. Pero sobre todo, el trading sí que tiene mucho que ver con el plano psicológico. Pero no con lo que se enseñaría en una Facultad de Psicología sobre la obra de autores como Freud o Pavlov, sino con “la disciplina psicológica propia”.
El trading requiere de un proceso de aprendizaje más o menos largo, en el que debemos entender los principales conceptos que establecen el marco del trading. En segundo lugar, debemos crear un plan de trading táctico y muy concreto, donde el paisaje se va haciendo mucho más pequeño y determinado. A continuación, debemos probar durante una temporada el plan de trading en un simulador, haciendo paper trading con dinero ficticio. Y sólo si nos demostramos a nosotros mismos que somos capaces de obtener beneficios consistentes en dicha fase, debemos adentrarnos en el cuarto estadio: empezar a operar en real, siempre con cantidades pequeñas al principio.
La disciplina psicológica envuelve y rodea cada una de estas cuatro fases. El controlar la ansiedad, el tener paciencia, el ser consciente de los riesgos que asumimos, el no caer en la codicia, el no precipitarnos, el no acortar el periodo de aprendizaje, el no dejarnos llevar por el miedo o la euforia, el no desviarnos ni un instante del plan de trading que hemos diseñado, no pensando que el mercado se va a dar la vuelta a nuestro favor, el saber cerrar una posición en pérdidas, sin permitir que éstas vayan a más; gestionando también los beneficios de la forma adecuada, sin cierres demasiado prematuros, el no perder la humildad ni el respeto al mercado en ningún momento, el saber gestionar la frustración tras un día de pérdidas…
La clave del éxito en el trading
Cualquiera que crea tener la fuerza necesaria para no caer en ninguna de las numerosas trampas que nuestra propia debilidad psicológica nos coloca, tiene madera de trader.
Porque ahí está la verdadera esencia del trading. Con una adecuada fase de aprendizaje, muchas personas pueden estar preparadas conceptualmente para el trading, comprendiendo los mecanismos básicos de los mercados, y obteniendo un plan de trading adecuado, diseñado por un formador o trader con experiencia. Pero el poseer el perfil psicológico adecuado para realizar trading en la práctica, es en gran medida, lo que va a distinguir a los traders de éxito (estadísticamente, la minoría), frente a los que no lo tienen.
Así pues, podríamos decir que el principal enemigo del trader no es el mercado: es uno mismo.
La capacidad de resistir todas las tentaciones colaterales al plan de trading es la clave para llegar a tener un éxito consistente y duradero.