Si estás leyendo este artículo es porque te está llamando la atención o te has decidido ya a dar tus primeros pasos en el trading. Diversos pueden ser los motivos por los que te sientes atraído por esta forma de alcanzar tu libertad financiera, pero tanto si quieres dedicarte al trading profesionalmente como si quieres hacerlo por afición para intentar sacar más partido a tus ahorros, los pasos que has de seguir son los mismos; aprender cómo funcionan los mercados de valores, es decir, formarte.
Uno de los requisitos más importantes para dar ese primer paso en trading será mantener a raya las expectativas, poner los pies en la tierra y empezar con una formación intensiva en la materia que te permita entender cómo funciona este mundo y cuál es la mejor manera de operar teniendo en cuenta tus objetivos.
La inversión no es solo cosa de ricos, no. De hecho, muchas personas que ahora amasan una fortuna considerable la consiguieron aprendiendo a invertir y comenzando con poco capital e invirtiendo poco a poco.
El mundo del trading y la inversión es posible para ti siempre que te intereses (de verdad) por el movimiento de los mercados financieros y a seguir unas pautas.
¿Qué necesito para poder operar en los mercados de inversión?
Ante todo actitud y estar motivado. La perseverancia y un objetivo claro serán tu faro, tu guía. Y por supuesto y como siempre decimos, es imprescindible una buena formación. Debes conocer, entender y saber leer los gráficos; adquirir conocimientos sobre análisis técnico y fundamental plantearte un plan de trading efectivo y adoptar las estrategias que mejor se adapten a ti y a tus necesidades.
Al mismo tiempo, debes ser capaz de dominar y gestionar tus emociones (aprender psicotrading); y debes tener un tutor o formador experto de referencias a quien puedas dirigirte cuando te encuentres algo perdido o desmotivado.
Todo este bagaje te convertirá en un trader con alto potencial , con posibilidades de llegar lejos, y como puedes ver, sin necesidad de ser rico en primera instancia.
¿En cuanto a tus objetivos gananciales primarios? Bueno, puedes empezar por ponerte objetivos que veas fácilmente accesibles, que te ayuden a ganar un sobresueldo o supongan un desahogo económico. Más tarde, podrás ir aspirando a más, probando con más activos financieros e ir ampliando tus metas salariares.
Que acabes siendo un trader profesional a media jornada o jornada completa ya dependerá que tus ganas, de tus habilidades, disciplina, gestión emocional y otros factores que tú mismo irás viendo con el paso del tiempo.
Formarse para operar en trading
Antes mencionábamos cómo la formación es imprescindible para empezar a operar en trading. Es fundamental, de hecho, para entender cómo funciona este universo y poder realizar las operaciones con conocimiento y minimizando los riesgos. Aprender a analizar los gráficos te ayudará a comprender mejor el funcionamiento y a realizar las operaciones con más seguridad. En este tipo de situaciones nunca se trabaja con certeza, pero capacitarse para operar hará que sepas cómo enfrentarte a los mercados sin dejarte llevar por la improvisación.
Tras realizar tus cursos de trading conseguirás: conocimientos tan cruciales como los que te detallamos a continuación:
- Entender los gráficos, ya sean candle sitcks, Heiken Ashi o cualquier otro.
- Aplicar los indicadores. Existen multitud de indicadores aplicables y, pese a ser diferentes entre sí, ninguno es mejor que el otro. Conocerlos todos te permitirá desenvolverte con más soltura y, posteriormente, elegir para trabajar aquellos con los que te sientas más cómodo.
- Detectar soportes y resistencias. Esto será clave para tu éxito, ya que con ellos conseguirás saber hasta dónde puede llegar el precio. Normalmente, se utiliza el canal de Fibonacci, pero con la formación adecuada y tras un análisis en profundidad de los gráficos podrás establecerlos tú.
- Determinar la tendencia. Conocer la evolución de los precios permite predecir hacia dónde irá el mercado. Con todo lo citado anteriormente y otros métodos como el banderín, el doble techo o el hombro-cabeza-hombro, podrás determinar la tendencia y operar con mayor seguridad.
Otras áreas en las que deberás formarte para realizar operaciones de trading con éxito son la gestión económica y el psicotrading. Esto te permitirá tener no solo el conocimiento necesario, sino también la actitud y la mentalidad adecuadas para funcionar de manera óptima.
¿Por qué no has invertido aún?
Qué es lo que, hasta ahora, ¿te ha frenado a invertir tu capital e intentar sacarle rentabilidad? Las razones pueden ser varias o algunas de las que te exponemos a continuación:
- No estar bien formado e informado sobre este tema, o dejarse llevar por los prejuicios es lo que muchas veces nos hace asumir que solo una élite tiene la posibilidad de triunfar invirtiendo en bolsa y nos frena a la hora de empezar a hacer trading.
- No disponer de capital suficiente con el que podamos asumir riesgos también es un factor que puede estar frenando tu anhelo de invertir online.
- Otro elemento que puede frenarnos es el miedo al riesgo, a perder. Asumir una pérdida es algo que no nos enseñan bien cuando somos pequeños y que no terminamos de saber aceptar o gestionar. De hecho, es una de las razones principales por la que un gran número de personas no se atreve a adentrarse en el mundo de las finanzas.
En realidad invertir va más allá de la cantidad de dinero que tengas, es más una cuestión de ganas, de actitud, de tiempo y de que te invada esa sensación que produce moverte en los mercados financieros, y más concretamente en el mundo del trading. Por ello, alejarnos de lo que “nos han enseñado” y volver a ver la educación financiera con nuevos ojos, con una mirada más abierta, puede ser la clave para lanzarnos a un mundo del que a priori recelábamos y que sin embargo puede darnos grandes satisfacciones.
Una vez dentro, lo que sí debes tener muy claro es que hacer trading requiere de tu compromiso. Se fiel a quien eres, a lo que sabes y a tus posibilidades. Debes aprender a invertir siempre siendo consciente de tus cartas y tus límites. Atiende a tu capital real para invertir (no toques el dinero de tus necesidades primarias). Y por supuesto practica en cuenta demo todo lo que sea necesario hasta sentirte capaz de ir más allá.
Llegado a este punto, podrás lanzarte al mercado real partiendo de una inversión base que puede rondar de los 1000 a los 5000 euros perfectamente para empezar, y que, ahorrándolo con tiempo suficiente, es una cantidad que puede estar al alcance de muchas personas que dispongan de una nómina regular.
Ahorrar esta cantidad solo para dedicarla a la inversión es una cuestión de prioridades: las tuyas. Si, una vez pagados todos tus gastos necesarios para vivir, el dinero que te sobra lo gastas en otras cosas, es normal que digas que “no tienes capital suficiente para inversiones”. Pero si, durante un tiempo, una parte de ese dinero lo ahorras para poder hacer trading, en unos meses seguramente ya dispongas de la cifra mínima necesaria para empezar. En el ahorro y hacia dónde dirigirlo está la clave para poder comenzar a invertir online.
Por último, pero no menos importante: un consejo. Antes de lanzarte a hacer trading o a invertir en los mercados financieros, lo primero es eliminar todas tus deudas, si las hubiere.
Herramientas útiles para empezar
Una vez que hayas aprendido la teoría y tu formación sea suficiente (aunque en realidad, nunca debemos de dejar de aprender), deberás ir más allá de las prácticas que hayas realizado en paralelo y comenzar a utilizar los simuladores.
Con la ayuda de los simuladores podrás probar escenarios reales sin arriesgar tu propio dinero, desarrollando las habilidades en demo que te permitan aprender el funcionamiento real de los mercados, poner en práctica tu plan de trading, gestionar las operativas y familiarizarte con las emociones que te asaltarán cuando pases a una cuenta real.
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Para terminar, volvemos al principio. No escatimes recursos y esfuerzos en tu formación y realiza cursos de trading. No creas que con leer un libro ya estás preparado para hacer trading. Ve poco a poco, subiendo peldaño a peldaño, progresando sin prisa pero sin pausa.
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