Ganar dinero cuando la bolsa cae, ¿es posible?
El beneficiarse de la caída en el precio de una acción, índice bursátil o activo cotizado en general, es uno de los conceptos que más cuesta entender a las personas que se están iniciando en el trading o la inversión.
¿Cómo puede ser que me pueda beneficiar de una caída de la Bolsa? ¿No resulta eso antinatural, y contrario a toda la lógica que hemos asumido a lo largo de los años?
Pues efectivamente, se puede. Y de hecho, es mucho más habitual, sencillo y lógico de lo que muchos pueden pensar.
Ponerse corto en trading
El beneficiarse de la caída del precio de los activos se conoce también como “ponerse corto”, o “vender”. Y esta segunda denominación (vender), es la que explica en gran medida el cómo es esto posible.
Vamos a trazar un paralelismo a modo de ejemplo, que todo el mundo pueda entender.
Imaginemos que Juan posee un teléfono móvil, marca X, modelo Y. Juan no utiliza ese móvil, pues tiene otro que le proporciona su empresa, y lo tiene guardado en un cajón. Un día, aparece Pepe, que está interesado en alquilar el móvil X de Juan. Pepe le ofrece a Juan un alquiler de 10 € al mes por disponer de dicho móvil X. Juan acepta el trato.
Pepe, que es un gran conocedor de la industria de los móviles, sabe que en cuestión de semanas, el fabricante X del móvil que ha alquilado a Juan, va a lanzar el modelo Z, superior al modelo Y que ahora posee en un régimen de alquiler. Pepe sabe que ahora mismo puede conseguir 500 € por el modelo Y. Así que Pepe vende a un tercero (Miguel), el móvil X, cuyo propietario es Juan, pero cuyo usufructo pertenece a Pepe.
Y entonces…
Dos meses después, el modelo Z sale al mercado, a un precio de 800 €. En ese momento, Pepe consigue comprar el modelo Y por 300 €, dada la disminución en el precio que ha sufrido ese modelo, al haber ahora en el mercado un modelo superior.
En ese momento, Pepe se pone en contacto con Juan y le dice que ya no va a necesitar más su teléfono, que le devuelve (en realidad, no es el mismo teléfono, pero sí el mismo modelo), y le paga 20 € en concepto del alquiler del que ha disfrutado durante dos meses.
Pepe, quien en este caso, ha vendido por 500 € un activo del que no era propietario (en una operación corta), ha ganado 200 €, al haberlo comprado más tarde por 300 € (menos los gastos de alquiler). Ha realizado una operación en la que vendió primero y compró después.
Pues bien. Si intercambiamos el objeto subyacente (teléfono móvil), por una acción de una compañía, podremos entender perfectamente en qué consiste el ponerse corto.
Derivados financieros que permiten ponerse corto
Los grandes bancos, brokers e instituciones que participan en los mercados, poseen enormes bolsas de acciones y otros activos que están dispuestos a prestar a otros partícipes en la industria. Es lo que se conoce como préstamo de valores.
Así es posible que los participantes de los mercados de capitales puedan beneficiarse de la caída del precio de los activos. Normalmente, este tipo de operaciones suelen tener como protagonistas a los traders con más conocimientos y más experiencia, que utilizan derivados financieros (futuros, CFDs, ETFs) para realizar este tipo de operaciones.
Hay que ser consciente de que ponerse corto en el mercado puede presentar más riesgos, ya que el tiempo suele jugar en nuestra contra. La mayor parte del tiempo las Bolsas se sitúan en subidas, que no tienen límite. Mientras que las caídas suelen ser más limitadas y más rápidas. Así que el uso de stops de pérdidas es más imprescindible si cabe en las posiciones cortas.
