Una de las cosas que uno se encuentra a lo largo de los años cuando tratas con muchos traders de distinto perfil y condición, es que resulta bastante frecuente perseguir el indicador mágico y definitivo, que nos de un porcentaje de aciertos cercano al 100% en las señales operativas que nos lance.
Otros muchos traders piensan que si bien es probable que no exista ningún indicador ni combinación de los mismos que nos genere un sistema infalible, sí que existe un amplio margen para optimizar el uso de los mismos (cambiando los parámetros o la combinación), que sí pueda acercar nuestro trading a la perfección.
Pues bien. Creo que ambos colectivos de traders están equivocados.
No existe el indicador perfecto
Recordemos que un indicador u oscilador no es más que una fórmula matemática, que toma como input los datos de las cotizaciones (o del volumen), y arroja unos resultados dinámicos que se grafican.
Hay que ser flexibles a la hora de entender el funcionamiento de estos indicadores. Por supuesto, no existe el indicador u oscilador “mágico” o “infalible”, y perseguirlo es una gran pérdida de tiempo que no dará resultados positivos. Del mismo modo, tampoco existe una configuración “mágica” de un indicador. El poner un parámetro distinto no va a hacer que nuestro trading mejore por si sólo.
Si estamos usando una media móvil de 20 sesiones, por ejemplo, el cambiarla a otra de 30 periodos no aporta ningún valor añadido estructural. Tampoco existe una combinación mágica de indicadores, que cómo si se tratase de un código de seguridad, encarnasen un sistema perfecto. Nada de lo anterior es real, y cuanto antes lo entendamos, antes podremos realizar progresos significativos en nuestro trading.
Esto tampoco significa que no tengamos que gastar ni un segundo a la selección de indicadores, o que dé totalmente igual cuáles utilice. En absoluto.
Elegir los indicadores adecuados
Existen distintas categorías de indicadores, teniendo cada uno un uso determinado (pese a que en muchas ocasiones, existen indicadores perfectamente similares e intercambiables). En lo que sí debo prestar atención es en hacer una selección de indicadores que me permitan identificar puntos de entrada en base a una lógica concreta, que he tenido que haber elegido anteriormente. No es lo mismo basar mi trading en rupturas de niveles, en buscar posibles puntos de corrección de la última tendencia, o de aceleración de la misma, o de explosiones de volatilidad… Y ahí es dónde debo de hacer una selección acorde al tipo de movimiento que voy a tratar de capturar.
También puedo considerar que los indicadores actúan como filtros: si aplico indicadores de distinta naturaleza, puedo ir superponiéndolos para encontrar una situación de entrada más limpia. Por ejemplo: podría tener sentido utilizar un indicador tendencial de corto plazo (MACD), otro tendencia de medio o largo plazo, como una media móvil larga, otro anti tendencial (RSI) y otro de volatilidad (el FDI, por ejemplo). Y de esta forma, podría entrar largo cuando el MACD me de la señal, siempre que la media móvil tenga pendiente alcista, el RSI no esté en zona de sobrecompra, y la FDI apunte hacia la volatilidad apropiada.
Y nunca olvidar que:
Con los parámetros debemos jugar de forma parecida: tengo que considerar si quiero buscar movimientos rápidos basados en la última secuencia de precios, u otros más lentos que se encuentren en la tendencia de medio plazo. Normalmente, la configuración que viene por defecto en el indicador, suele tomarse como referencia.
En cualquier caso, nunca se deben olvidar dos cosas muy importantes:
La primera es que el trading se basa en la probabilidad y nunca en la seguridad.
La segunda es que en el trading es más importante la gestión de la posición abierta y el cierre de la misma que la decisión exacta del punto de entrada.
