Una de las dudas que suele invadir recurentemente a todos los traders (o a una mayoría de estos) es la siguiente: ¿cuándo podemos dar por superado o perdido una resistencia o un soporte, y por tanto, posicionarnos en la dirección del mercado que apunta la ruptura?
Esta pregunta adquiere tanta relevancia debido a lo sencillo y efectivo que resulta abrir posiciones en el mercado tras la superación de un nivel estratégico. En varias ocasiones hemos comentado la enorme importancia de los soportes y resistencias como señalización de niveles estratégicos, ya que actúan como “guiones” o “bases” del mercado que son como “articulaciones” de las tendencias.
En post pasados, comentamos una de las formulaciones más típicas y efectivas: los throwbacks y los pullbacks. Estos patrones son sin duda una de las mejores formas de dar por amortizados los soportes y resistencias, y por tanto, de operar en consecuencia de la superación.
Pero existen otras tácticas que también podemos utilizar.
Pese a la elevada efectividad de los pullbacks y throwbacks, estos desgraciadamente, no son tan frecuentes. Y es interesante estudiar y analizar otras fórmulas.
El tamaño de la vela en las rupturas
Una de estas fórmulas pasa por atender al tamaño de la vela. Lo que resulta muy intuitivo y podríamos resumir de la siguiente manera: cuando el mercado se enfrenta a un soporte o resistencia, y aparece una vela de gran cuerpo, que a su vez tiene gran parte de su cuerpo superando el nivel estratégico, podríamos considerar que dicho nivel, con un alto grado de probabilidad, ha sido efectivamente superado.
Una variante enriquecedora de lo anterior pasaría por atender también al volumen. Es decir: si la vela cuyo cuerpo excede del soporte o la resistencia, además de tener un tamaño considerable (obviar dojis y velas similares), viene acompañada de un volumen superior a la media de los últimos períodos, la señal de ruptura queda reforzada.
Las dos formas anteriores (junto con los thowbacks y los pullbacks), son técnicas de ruptura de soportes y resistencias. Pero existe otra forma de llevar a cabo estrategias de ruptura, que no pasan tanto por la quiebra de un nivel estratégico concreto, sino por la transición de una fase del mercado carente de volatilidad, a otra que sí la presenta.
Indicadores de volatilidad: Bandas de Bollinger
Para ello, podemos utilizar indicadores de volatilidad. Por ejemplo, las Bandas de Bollinger, que entre otras cosas, constituyen niveles de soporte y resistencia dinámicos.
Con las Bandas de Bollinger existe una estrategia de ruptura muy interesante y efectiva.
Cuando las Bandas de Bollinger atraviesan una fase de contracción (y por tanto, de ausencia de volatilidad y movimiento lateral del mercado), debemos vigilar la aparición de una vela cuyo cuerpo (que como hemos comentado anteriormente, debe ser considerable), aparece fuera del contorno de las Bandas. Si ésta además va acompañada de un repunte del volumen, la estrategia de ruptura queda reforzada, y por tanto, merece la pena apostar por abrir posiciones en el sentido de la ruptura.