Una de las ventajas de las que disfrutan las personas que viven del trading es que ellas mismas establecen sus horarios de trabajo y sus vacaciones. De hecho, esta es una de las cuestiones más atractivas para apostar por la “vida del trader”.
La mayoría de traders suelen operar en la apertura del mercado europeo y del mercado americano, coincidiendo estos dos momentos con la primer ahora de la mañana y de la tarde europea. A partir de aquí, encontramos muchísimas casuísticas muy diferentes.
Hay traders que no hacen trading los viernes. Otros que no operan en algunos días concretos en los que hay eventos de mucha personalidad.
Trading en verano, ¿sí o no?
Sobre el tema que nos ocupa hoy, cabría decir que son muchos los traders a los que no les gusta hacer trading durante el verano, y dejan de operar en los meses de julio y agosto. Al margen de la necesidad de cogerse vacaciones para disfrute propio, la lógica que hay detrás de esta práctica, en lo que respecta a la dinámica del mercado, se asienta en dos cuestiones o ideas:
- 1. Durante el verano, el volumen del mercado disminuye mucho, lo que podría dar pie a movimientos extraños del mercado.
- 2. Durante el verano nada suele ocurrir, al reducirse mucho la actividad política y empresarial.
Si analizamos ambas ideas de forma global, repararemos en que ambas son contradictorias en gran parte. Pero aun así, una parte importante de la comunidad de traders apaga las pantallas, motivados posiblemente por alguna de las dos ideas antes mencionadas.
Sin embargo, durante los últimos años, también he conocido a no pocos traders que, apreciando mucho la primera de las ideas, y negando la segunda, han incrementado mucho su operativa durante el verano, considerándolo un período especialmente atractivo para hacer trading.
Puede ser una opción atractiva
Y es que si lo pensamos fríamente, para un trader intradía que haga scalping, el que los mercados exageren sus movimientos fruto de la ausencia de volumen puede resultar muy atractivo. No estamos hablando de otra cosa si no de un incremento de la volatilidad, arma o circunstancia sobre la que muchos traders basan su operativa.
Y también es cierto que de un tiempo a esta parte, se han producido grandes eventos durante los veranos.
Por ejemplo, en el verano de 2011, S&P retiró por primera vez en mucho tiempo la AAA a EE. UU. tras el fracaso de las negociaciones por ampliar el techo de deuda.
En el verano de 2012, Mario Draghi tuvo que salir a defender la irreversibilidad del euro, al decir que “haría todo lo necesario para salvar al euro”.
O por ejemplo, en el verano de 2016 se produjo la negociación del último programa de rescate a Grecia. Antes, Reino Unido había votado por sorpresa a favor de abandonar el euro.
El siguiente gráfico muestra alguno de estos capítulos sobre el índice Eurostoxx 50, habiendo utilizado como indicador de volatilidad la anchura de las Bandas de Bollinger.
En definitiva, todo apunta a que no se puede extraer la conclusión de que durante el verano, los movimientos de los mercados se reducen. Ahora cada trader deberá ajustar estas circunstancias a su estilo de trading.
