El plan de trading: ¿capricho o necesidad?
Podemos definir el plan de trading como el recetario o la hoja de ruta que vamos a utilizar para especular en los mercados financieros. La idea que debe persistir es que debemos alejarnos todo lo posible de operar en base a sensaciones o intuiciones espontáneas no programadas, que sin duda, no serán sostenibles en el medio plazo.
De hecho, ése es el objetivo del plan de trading: eliminar la emocionalidad de la inversión, ciñéndonos rigurosamente a una mecánica concreta que no deja lugar a dudas, que está envuelta de una lógica aplicable a los mercados y que durante la etapa de testeo (paper trading, demo o inversión con dinero virtual), se ha demostrado exitosa.
Cómo hacer un plan de trading
El plan de trading debe abordar con total detalle lo siguiente:
- En qué mercados voy a operar (DAX, petróleo, EUR/USD, S&P500…)
- En qué horarios voy a operar
- En qué minutaje de gráficos (time frame) y con qué tipo de gráficos (velas japonesas, velas heiken ashi, barras…)
- Qué patrones concretos, indicadores, osciladores, lectores de volumen, morfología de velas, voy a utilizar para leer el mercado. Tengo que establecer la lógica y el esqueleto de mi estrategia, si voy a intentar perseguir la tendencia del mercado, a entrar en rupturas de niveles o en reversiones de la tendencia, o voy a operar cuando el mercado está lateral, o todo lo contrario; o voy a entrar cuando se dé una agrupación de velas concreta con cierto volumen… Hay infinidad de posibilidades, muchas de ellas contradictorias, y debo tener claro cuál es la lógica que voy a emplear.
- De qué forma voy a entrar a mercado. Esta es probablemente una de las cuestiones más importantes, al tener que elegir el cómo voy a combinar los puntos dos y tres para trazar una estrategia que me indique dónde debo abrir una posición.
- Qué tamaños de posiciones voy a tomar. Es decir: cuánto dinero voy a invertir en cada operación que abra, y cómo va a ir incrementándose el tamaño de las posiciones en función de si voy teniendo más o menos éxito. Por ejemplo: si llego a duplicar el tamaño de mi cuenta… ¿debo también duplicar el tamaño de mis posiciones?
- Cómo y cuándo voy a cerrar una posición que me reporte beneficios. Cuántos puntos, o qué porcentaje, o qué aspecto debe de tener el gráfico para que decida cerrar una operación con ganancias.
- Y lo mismo, pero cuando la operación no sea un éxito y acumule pérdidas.
- Cuál es mi objetivo de beneficios o de pérdidas en un día, semana o mes, que me lleve a parar la operativa durante ese período de tiempo. Por ejemplo, si durante un mes voy teniendo una pérdida importante, tal vez deba detenerme, reflexionar y revisar mi plan de trading.
Cómo debes usar tu plan de trading
Como vemos, el rigor, la meticulosidad, la mecánica y el control absoluto del detalle, son atributos muy recomendables en el trading.
Trading y emocionalidad, intuición o improvisación son términos diametralmente enfrentados. La psicología del trading pasa precisamente por ser conscientes de esto, y tender a la frialdad de no caer en ningún tipo de emoción, siendo totalmente “esclavos” del plan de trading.
El trading consiste en la gestión de la probabilidad. Y si el tiempo ha patrocinado con éxito nuestro plan de trading, cabe pensar que, persistiendo en él, y sin apartarnos ni un milímetro, acabaremos obteniendo resultados positivos.
La capacidad de resistir todas las tentaciones colaterales al plan de trading es la clave para llegar a tener un éxito consistente y duradero.