La curva de tipos de interés informa de cuál es el coste de la financiación en función del plazo. Sin embargo, al observar cómo cambia el rendimiento a través del tiempo, puedes hacerte una idea de las expectativas económicas.
De esta manera, la curva de tipos de interés es un instrumento útil para tus inversiones ¿Te gustaría descubrir cómo interpretarla? Te lo muestro a continuación.
¿Qué es la curva de tipos de interés?
Se le llama curva de tipos de interés al gráfico que relaciona las rentabilidades de la deuda pública de un país a distintos plazos de vencimiento; aunque también puede elaborarse sobre bonos corporativos o índices del mercado monetario (como el Euríbor).
Por ejemplo, el gráfico puede expresar los rendimientos desde las Letras del Tesoro a 3 meses hasta las Obligaciones del Estado a 30 años. En el eje horizontal se colocan los activos a distintos plazos y en el eje horizontal las rentabilidades de cada uno de ellos.
A priori, el rendimiento que ofrece un activo de renta fija es más alto cuanto mayor sea el riesgo. También se entiende que el riesgo es mayor cuanto más dilatado sea el plazo de devolución, dado que hay más probabilidades de que ocurran sucesos perjudiciales (subidas de tipos de interés, repuntes en la inflación, posible insolvencia, etc.).
Por ello, es de esperar que, cuanto mayor sea el plazo de devolución, mayor será el tipo de interés de una determinada emisión renta fija. Es lo que se denomina “prima de plazo”.
En síntesis, la curva de tipos de interés es una herramienta útil para analizar las expectativas en las condiciones de financiación. Por consiguiente, actúa como un indicador de la economía.
¿Cómo interpretar la curva de tipos de interés?
Con sólo una simple observación de la curva de tipos, puedes obtener una valiosa información de las expectativas de crecimiento económico. De esta forma, también se puede tener una idea de la inflación y las políticas monetarias de los bancos centrales.
Básicamente, existen tres tipos de curva de tipos de interés.
Curva de tipo de interés creciente
Es el escenario en el que se espera una expansión económica. Se trata del tipo de curva más común y lo que es considerado como normal en los activos de renta fija: cuanto mayor sea el plazo de vencimiento, mayor es el interés que se abona al inversor.
Si la curva de tipos de interés muestra crecimiento positivo, presupone que existe estabilidad para invertir a largo plazo.
Ahora bien, puede ser que el crecimiento de los tipos sea muy elevado. En este caso, se espera una gran expansión económica que puede traer consigo un aumento de la inflación.
Aplanamiento de la curva de tipos de interés
Cuando la curva de tipos de interés se aplana en lugar de crecer, significa que los inversores no esperan cambios significativos entre los tipos de interés a corto, medio y largo plazo.
No suele ser muy habitual, pero presupone que se espera incertidumbre en el mercado, aunque puede darse la situación de que se esté anticipando una desaceleración de la actividad económica.
Inversión de la curva de tipos de interés
En este caso, la curva de tipos de interés se invierte, es decir, decrece. Se trata de un escenario en el cual los tipos a corto plazo son mayores que los de largo plazo.
Una inversión en la curva de tipos de interés, a menudo, es señal de una futura recesión económica. Las expectativas de debilidad económica llevan a los inversores a aceptar una tasa de interés más baja a largo plazo.
Si existe menos actividad económica, habrá menor crecimiento (PIB). Del mismo modo, la inflación también tiende a disminuir y puede que el banco central tome cartas en el asunto bajando los tipos oficiales para estimular la economía.