En varias ocasiones hemos aludido en este blog a la existencia de muchas corrientes de trading, constituidas por distintas metodologías de análisis que se basan en distintas herramientas y lecturas. Entre el scalping, el swing trading, el chartismo o el uso de indicadores, existen grandes diferencias, que no convierten a ninguna metodología en “mejor o peor” que otra.
Pues bien. También debemos de saber que los mercados atraviesan fases muy distintas durante el tiempo, que obligan a que adaptemos nuestra lectura y herramientas a las características propias de cada activo en cada momento.
Por poner dos ejemplos claros.
Éste era el gráfico diario del DAX en el periodo que va desde octubre de 2004 a octubre de 2005. En aquel año, la media diaria de movimiento del DAX entre los máximos y los mínimos fue de unos 45 puntos (un 1% de recorrido medio diario del máximo al mínimo).
Este otro es el gráfico diario del DAX en el período que va de enero de 2008 a enero de 2009. En este otro caso, la media de movimiento diario del DAX fue de 180 puntos, llegando a marcar máximos de 350 puntos (en octubre y noviembre de 2008). Esos 350 puntos de recorrido entre el máximo y el mínimo se produjeron cuando el índice cotizaba entre 4.000 y 5.000 puntos: es decir, hubo meses en los que el selectivo recorría un 6-7% entre el máximo y el mínimo al día.
La volatilidad en los mercados
El fenómeno que subyace a esta idea es la volatilidad.
Si nos fijamos, el indicador que aparece en la parte inferior del gráfico es el ATR, que nos da el rango medio de movimiento en N períodos. Este es uno de los indicadores más clásicos de volatilidad, junto con las Bandas de Bollinger.
Podemos decir que la volatilidad implica dos cosas: velocidad y rango.
Es decir. Si el rango de movimiento diario entre el máximo y el mínimo de los precios es muy amplio, podemos considerar que el mercado está volátil.
De la misma forma, si los precios cambian rápidamente (aunque sea en rangos más estrechos), también podemos hablar de mercado volátil.
La volatilidad no tiene mucho que ver con la tendencia, pero algo sí. Pueden darse tendencias alcistas con mucho o poca volatilidad; pero normalmente, las tendencias bajistas sí que llevan asociadas una gran volatilidad (las caídas se producen de forma más rápida y súbita que las subidas). Y también cabe aludir que las tendencias laterales (o períodos de ausencia de tendencia), suelen llevar aparejada una escasísima volatilidad.
Oportunidades de trading en mercados volátiles
En general, la mayoría de traders consideran que un mercado volátil ofrece más oportunidades para hacer trading, aunque también implica más riesgos. Hay otros traders que se especializan en mercados estrechos o planos (sin volatilidad), abriendo posiciones largas y cortas en los extremos de los rangos, con la idea de que éste se preserve.
Existen muchos indicadores y herramientas para detectar la volatilidad en un activo. Y desde luego, tendremos que adaptar nuestro plan de trading a la volatilidad, siendo conscientes que el plan de trading que nos sirvió en el 2004, no lo hizo en el 2008. En esa flexibilidad está en gran medida la supervivencia del trader.