¿Influye o no el tamaño de una cuenta de trading? ¿Cuánto dinero necesito contar para comenzar a hacer trading? Esta es una pregunta muy recurrente entre los aprendices de la operativa especulativa en los mercados financieros. Y no existe una respuesta firme o inequívoca. Pero sí que podemos contar con algunas pautas que nos aproximen a la respuesta. Sigue leyendo y lo descubrirás.
Importancia del tamaño en una cuenta de trading
Evidentemente, no es igual operar con una cuenta de trading pequeña que con una grande. Pero para empezar vamos a dejar claras dos premisas:
- Deberías dedicarle al trading un dinero que no necesites ni tengas comprometido para otras cosas. Debe ser una fracción de nuestros ahorros líquidos. Como se suele decir coloquialmente, psicológicamente debemos dar “por perdido” el dinero con el que empecemos a operar.
- En segundo lugar, deberíamos divir por la mitad la cantidad que hayamos decidido destinar al trading. Y extremar la prudencia abriendo la cuenta de trading con esa mitad. En el momento en que llevemos meses operando y nos hayamos demostrado a nosotros mismos que somos capaces de obtener beneficios de forma recurrente, podremos considerar aumentar el saldo de la cuenta de trading y tomar posiciones más grandes en el mercado.
Obtener beneficios con una cuenta de trading pequeña no es fácil, pero tiene algunas ventajas:
- Por un lado el trader pequeño tiene mucha más flexibilidad a la hora de poner o quitar una posición. No tiene que preocuparse en mover el mercado en su contra si entra o sale de él.
- Por otra parte el broker ofrecerá más posibilidades de apalancamiento a una cuenta de trading pequeña dándole la opción de conseguir beneficios con una cuenta pequeña. Es una ventaja que hay que tomar con cuidado porque un alto apalancamiento puede conllevar grandes pérdidas, pero siempre que hablemos de cuentas de trading pequeñas con capital que no es “vital”, esto puede ser un riesgo ventajoso.
Como empezar a operar en el trading
Ningún tradersin experiencia y la formación adecuada debería aspirar a obtener grandes beneficios desde el primer momento en que comience a operar. Tras la fase de paper trading, posiblemente se necesitan al menos entre 3 y 6 meses más de operativa real “moderada”, con una cuenta muy modesta, para completar la fase de aprendizaje y poder empezar a “pisar el acelerador”.
Pese a que el éxito de la estrategia de trading no tiene nada que ver con el tamaño de la cuenta (en términos de porcentaje de aciertos), sí que existe una relación estrecha entre el tamaño de la cuenta y el resultado a largo plazo.
Para ser más precisos, más que el tamaño de la cuenta, debemos prestar atención al tamaño de las posiciones que tomamos, lo que a su vez, depende del tamaño de la cuenta. Pero la mejor forma de haber llegado a ese tamaño “idóneo” de la cuenta es con una aportación inicial prudente, y con la suficiente paciencia y tiempo dedicado a la operativa como para haber engrosado las cifras.
Un muy buen sistema de trading es aquel que de forma recurrente, nos permite multiplicar por 3-5 veces el tamaño de la cuenta al año. Esta es una idea muy simplista, pues existen otras muchas variables que debemos controlar. Pero nos resulta útil para entender de qué magnitudes estamos hablando.
El tamaño ideal de una cuenta de trading
El tamaño “idóneo” de la cuenta de trading es aquel que nos permite realizar una gestión monetaria basada en el interés compuesto. Es decir: que podamos incrementar el tamaño de nuestras posiciones a medida que vayamos teniendo éxito, y los beneficios nos permitan contar con más saldo disponible para operar.
La progresión geométrica de un sistema exitoso dibujará una curva de pendiente aceleradamente creciente. Pero hasta llegar a ese punto, tenemos que tener paciencia. Empezar con una cuenta modesta en la que no existe progresión geométrica, sino sólo aritmética, nos dará la experiencia necesaria para pasar al trading completo, con gestión monetaria incluida.
Así que recordad. Debemos utilizar sólo una parte de nuestros ahorros líquidos para el trading. De esa cantidad, debemos utilizar la mitad para abrir una cuenta de trading. Debemos de operar con esa cantidad, tomando posiciones pequeñas, durante unos meses. Si hemos tenido éxito, podemos plantearnos aumentar el tamaño de nuestra cuenta, y aproximarnos al tamaño “idóneo”. A partir de ahí, todo irá más deprisa. Pero hasta entonces, paciencia.
Las cuentas demo como ayuda en los comienzos
Antes de comenzar a hacer trading en real, y tras haberte formado en un curso de trading, te aconsejamos practicar con una cuenta demo. Se trata de un perfil que se crea para hacer trading sin correr ningún riesgo.
Las cuentas demo son cuentas simuladas con las que puede invertir en diferentes mercados para ver cómo te desenvuelves en los mercados, sin obtener ganancias ni pérdidas. Son un instrumento muy interesante para que los operadores principiantes adquieran práctica y experiencia sin perder dinero.
Estas cuentas demo se abren en plataformas de trading y normalmente no tienen ningún coste. Una vez que el usuario entra en su perfil se le proporcionan unos fondos virtuales que normalmente ascienden a una cantidad muy alta. A medida que el trader opera y gana o pierde, esta cifra aumenta y disminuye.
En ocasiones las cuentas demo reciben el nombre de simuladores de trading. En principio están diseñadas para que los operadores principiantes adquieran confianza y aprendan a moverse por la plataforma, pero los traders más experimentados también las emplean para probar nuevas estrategias o experimentar con sus ideas y teorías sin perder dinero. Es un recurso muy útil.
Las cuentas demo son muy valoradas porque dan acceso a una gran variedad de mercados. Entre ellos destacan La Bolsa o Forex. Además, permiten probar con productos financieros como los bonos, las acciones o las materias primas.
Un factor que hace que las cuentas demo sean muy valoradas es que suelen incorporar productos financieros y mercados innovadores. Actualmente todas permiten invertir virtualmente con criptomonedas. El mercado de divisas digitales ya está muy asentado, pero en su momento las plataformas demo permitieron a los operadores probar todo tipo de estrategias en un mercado desconocido que ofrecía ganancias y riesgos.