El análisis técnico aplicado a los mercados financieros ofrece distintas modalidades muy diferentes entre sí. El chartismo, la morfología de las velas japonesas o los indicadores son las principales escuelas o filosofías que encarnarían el estudio de los gráficos de precios.
Hoy hablaremos de indicadores. Un indicador nace de una formula o algoritmo matemático (más o menos complejo), que utiliza los precios como fuente de datos para obtener un resultado numérico. El serial de ese resultado numérico es atrapado o graficado, y todo ello consagra la visualización del indicador.
Media móvil, el indicador esencial
Yo diría que existen dos razones.
El más simple y básico sería una media móvil, que consiste en el promedio de precios en un periodo determinado. Por ejemplo, si calculamos la media móvil de los últimos 20 días en el DAX alemán, sumaríamos el precio del cierre del índice alemán en los últimos 20 días y dividiríamos el resultado entre 20. El día de mañana, sumaremos el precio del cierre y eliminaremos del cálculo el precio de hace ahora 20 días.
Dentro de los indicadores, también existen distintos tipos. Posiblemente, las tres familias de indicadores más amplias serían los indicadores tendenciales (la mayoría), los antitendenciales, y los de volatilidad.
EL MACD, un indicador muy utilizado
Los indicadores tendenciales nos dan información sobre la dirección y la fuerza de la tendencia actual de los precios.
Uno de los indicadores tendenciales más utilizados por los traders es el MACD.
El MACD es un indicador construido a partir de la resta de dos medias exponenciales, típicamente de 12 y 26 períodos. Además, incorpora una línea adicional (SEÑAL), que es la propia la media exponencial del MACD, normalmente calculada con parámetro 9.
En función del cruce alcista o bajista de ambas líneas, el indicador da información sobre la dirección de la tendencia. Y cuanto más separadas estén ambas líneas, la fortaleza de dicha tendencia será mayor.
El RSI, marcando agotamientos de tendencias
Los indicadores antitendenciales nos darían pistas sobre cuándo la tendencia actual podría estar acabando, y de forma adelantada, nos daría información de un posible cambio de la misma.
Entre este tipo de indicadores se encuentra el RSI.
El RSI (Relative Strength Index) pretende comparar la fuerza alcista frente a la bajista en un número determinado de períodos (n).
El resultado del cálculo está acotado entre 0 y 100 por lo que podremos determinar sobrecompras (por encima de 70) y sobreventas (por debajo de 30).
La interpretación clásica del RSI apunta a que en niveles por encima de 70 y por debajo de 30, en un cálculo estándar contemplando los últimos 14 períodos, la tendencia empieza encontrar dificultades para seguir su curso.
Tanto el RSI como el MACD, ofrecen también estrategias potenciales en base a las divergencias que pueden presentarse puntualmente con los precios.
Las bandas de Bollinger, marcando la “zona segura”
Por último, los indicadores de volatilidad nos ofrecen información sobre el grado de agitación de la tendencia actual, la definición o indefinición de la misma, y la variabilidad de los precios. Esta información, a lo mejor menos visible e intuitiva, es completamente crucial para el trader: no es lo mismo que el DAX se esté moviendo de media un 0,5% entre su máximo y mínimo diario, que lo esté haciendo un 2%.
Entre estos indicadores podríamos colocar a las Bandas de Bollinger.
Estas bandas se calculan a partir de una media móvil sobre el precio de cierre.
A dicha media móvil la envuelven dos bandas que se obtienen de añadir y sustraer al valor de la media dos desviaciones estándar (volatilidad), que marcan la amplitud de las bandas.
Sirven para ubicar al precio dentro de un rango relativo a su evolución pasada y ayudan a determinar si el valor está o no volátil.
Al incrementarse la volatilidad, las bandas se expanden. Al disminuir la volatilidad, las bandas se contraen.
Este indicador ofrece muchas otras lecturas e interpretaciones, circunstancia que suele ser compartida por otros muchos indicadores.
No existe ningún indicador “mágico” o “infalible” que permita hacer trading sólo en base a sus posibles señales. Los indicadores deben entenderse como herramientas de análisis que señalan puntos o rincones del mercado en los que existen más posibilidades de que se dé un movimiento concreto, pero debemos de ser conscientes de que el trading es mucho más complejo e imprevisible, y requiere de una gran experiencia para poder leer el mercado correctamente.