En este post vamos a mostrarte un tipo de inversión compleja: los productos financieros estructurados. Se trata simplemente de un híbrido, un conjunto de activos que se combinan en un paquete indivisible y se ofrece al público.
El objetivo de los productos estructurados es poder adaptarse a las necesidades y objetivos de un tipo de inversor específico. ¿Te gustaría descubrirlos? A continuación también te presentamos algunos de los más comunes.
¿Qué son los Productos Estructurados?
Un producto estructurado es una combinación de dos o más instrumentos financieros que en su conjunto conforman un nuevo producto de inversión. Uno o varios de los mencionados instrumentos que componen la estructura suelen ser derivados financieros. También suelen incorporar algún activo vinculado a los tipos de interés o tipos de cambio.
Las entidades financieras comercializan este tipo de productos como un vehículo de inversión independiente e indivisible, el cual, gracias a los derivados que incorpora, tiene la capacidad de asegurar (total o parcialmente) el capital, la rentabilidad o ambos en una determinada fecha de vencimiento.
Por ello, puedes encontrar productos estructurados en entidades como el Banco Santander, BBVA o Deutsche Bank. Estos productos son ideales para inversores que buscan diversificación y reducción de volatilidad en sus carteras. Para entender mejor estas estrategias y cómo maximizar sus beneficios, te invitamos a explorar nuestro curso de trading avanzado, diseñado para proporcionar conocimientos profundos sobre inversiones complejas y trading estratégico.
No obstante, como puedes comprobar, se trata de un instrumento financiero complejo y con una amplia capacidad de personalización. Por este motivo, es importante leer el Documento de Datos Fundamentales (KID) donde se explican sus características y sus riesgos.
En este sentido, es importante observar que un producto financiero estructurado tiene una fecha de vencimiento. Dicho plazo debe coincidir con el horizonte temporal que determine la estrategia del inversor.
Principales tipos de Productos Financieros Estructurados
Básicamente, los productos estructurados pueden clasificarse en dos grandes categorías:
- Productos estructurados con garantía de capital a vencimiento: es decir, sin riesgo, puesto que devuelven la totalidad del capital invertido llegada la fecha de vencimiento.
- Productos estructurados sin garantía de capital a vencimiento: se trata de productos que tienen riesgo.
Ahora bien, según el tipo de institución financiera que emite el producto, el tipo de público al que va dirigido, así como la liquidez y la fiscalidad, definen el soporte jurídico de la emisión del producto estructurado. Entre los más comunes podemos distinguir:
Fondos de inversión estructurados
Es el caso de los fondos de inversión garantizados (o parcialmente garantizados), aunque cabe la pena resaltar que existen fondos estructurados sin garantía del capital al vencimiento.
En definitiva, se trata de fondos de inversión que operan con productos estructurados. Pueden utilizar una garantía externa o cubrir el riesgo a través de derivados financieros; es decir, utilizar una garantía interna.
Depósitos estructurados
Es uno de los tipos de productos estructurados más populares entre los ahorradores particulares.
La característica de este tipo de depósitos es que ofrecen una rentabilidad variable, vinculada a la evolución de un índice de referencia (puede ser bursátil o de tipos de interés, como el euríbor).
De hecho, estos productos financieros estructurados suelen contratarse con el objetivo de conseguir mayores rentabilidades que con los depósitos a plazo fijo tradicionales, los cuales ya tienen un rendimiento fijo y garantizado (por el Fondo de Garantía de Depósitos).
Bonos estructurados
Los bonos estructurados son emisiones de renta fija privada que tienen la particularidad de tener una rentabilidad ligada a la evolución de un activo financiero subyacente (índices, acciones, tipos de cambio, tipos de interés, etc.).
No obstante, debes tener en cuenta que los bonos estructurados no están cubiertos por el Fondos de Garantía de Depósitos. Puede darse el caso de que el emisor del bono quiebre o tenga cualquier tipo de problemas financieros que impidan el pago de los cupones y/o el capital invertido (la insolvencia de un emisor en ningún caso está cubierta por el Fondo de Garantía de Inversiones).
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