La IA (inteligencia artificial) es uno de los sectores que más atrae a los inversores en la bolsa de valores. Se trata de uno de los nuevos mercados tecnológicos que están batiendo récords en el Nasdaq. Y es que, su increíble potencial de crecimiento y la promesa de rendimientos a medio plazo son características muy interesantes para los traders. Vamos a analizar, en las próximas líneas, algunos factores que determinarán el futuro de la inversión en esta tecnología.
Inteligencia artificial: más presente que futuro
Según Grand View Research, la inteligencia artificial crecerá a un ritmo anual compuesto (CAGR) del 40 % en bolsa hasta 2028. Detrás de este incremento, encontramos diferentes ámbitos de desarrollo que están motivando una carrera entre empresas, gobiernos e inversores. Las innumerables aplicaciones de la IA, hacen que esté presente en otros nichos, como el financiero o el productivo.
En Europa, muchas compañías ya están aprovechando las ventajas que ofrece la inteligencia artificial. De hecho, más de un 35 % de las organizaciones ya utilizan alguna solución basada en IA, ya sea de manera directa, o indirecta, a través de otros partners tecnológicos que requieren de esta tecnología para ofrecer sus funciones. Por otro lado, algo menos del 85 % de las empresas europeas piensa que invertir en IA es una prioridad estratégica de cara a su futuro desarrollo.
Uno de los sectores que más está apostando por la implementación de sistemas basados en la inteligencia artificial, ha sido el sanitario. Actividades como la cirugía asistida por robot, o los diagnósticos preliminares, son habituales en la práctica médica actual, y suponen mercados muy interesantes para los inversores, como los derivados de la crisis pandémica o el progresivo envejecimiento de la población.
Asimismo, el sector del motor ya utiliza esta tecnología en sus procesos de optimización de la seguridad, en materia de conducción autónoma, etc. Y las empresas energéticas la emplean para incrementar la eficacia en la producción de energía: gracias a sistemas basados en IA, pueden establecer mejor el impacto climático de sus actividades.
Dado el creciente interés por tantas y tantas industrias, resulta lógico que las consultoras determinen las mejores previsiones, y los inversores que no quieren perderse esta revolución que se da en todos los planos. Si nos fijamos en el Stoxx AI Global Artificial Intelligence, un índice de referencia del desarrollo de este conjunto de tecnologías, en los últimos meses se ha disparado (+43 %).
Otro indicador interesante para los inversores es la descorrelación de la IA respecto a las tecnológicas. De cumplirse las previsiones actuales, el potencial de crecimiento de la inteligencia artificial será el doble que otras tecnológicas, lo que supondrá una confirmación de la tendencia que hemos podido apreciar después de la pandemia (teniendo en cuenta que el Nasdaq casi no se ha revalorizado desde el pasado mes de febrero, mientras que el sectorial de la IA ha crecido por encima de los dos dígitos).
En suma, la inteligencia artificial no sólo resulta atractiva para las grandes empresas tecnológicas, también lo es para los inversores, que ven como el desarrollo de otras tecnologías como el big data, o el incremento de la capacidad de computación, pueden servir de catalizadores en la implementación de sistemas autónomos por parte de organizaciones de todos los sectores.
Como ves, la IA tiene un brillante futuro por delante, y se ha convertido en un mercado muy atractivo para los inversores del presente. Te recordamos que si te suscribes al Club BPT, tendrás a tu disposición contenidos específicos destinados a mejorar tu capacidad para realizar operaciones y aprovechar nichos de mercado como la inteligencia artificial o la robótica