En el mundo del trading la pregunta no plantea duda alguna. Su única respuesta es invertir para ahorrar. Quizás más acertado sería en este mundo que tu respuesta fuera invertir para multiplicar, ya que un trader no deja nunca parado su dinero y utilizando las técnicas de apalancamiento, siempre mueve más de lo que dispone.
Invertir para ahorrar vs Ahorrar para invertir
Si estimas el huevo como un rendimiento, está claro que la gallina es tu primera adquisición de riesgo. Puede enfermar, morir o ser el alimento de alguna alimaña, pero sin ella no habrá huevo.
Un granjero que parte de cero no dudará en pedir un crédito para comprar unas cuantas gallinas. Ya se encargará él de cuidarlas y hacer que den la mayor rentabilidad posible. En poco tiempo habrá pagado su crédito y durante este habrá multiplicado su negocio varias veces.
Ahorrar para luego invertir tiene poco sentido en un mundo en el que un solo euro puede ponerse fácilmente en movimiento y actuar de una forma multiplicada como si fueran cientos.
Las plataformas de trading, con las técnicas de apalancamiento, te dan la posibilidad de hacer que mil euros puestos en marcha actúen como decenas de miles.
En realidad, el alter ego «ahorrar para invertir» no existe si tienes una mentalidad de inversor. El inversor no ahorra. Diversifica la inversión con el fin de disminuir el riesgo, pero nunca verás un inversor que deje su dinero en una cuenta de ahorro porque sabe que cualquier inversión, por desacertada que sea, a medio o largo plazo, le va a proporcionar un mayor rendimiento.
Cómo ahorrar dinero para invertir
Ahorrar. Lo cierto es que no todo el mundo lo tiene fácil. Hay personas a las que les cuesta mucho llegar a fin de mes para cubrir sus necesidades básicas. Y lógicamente, estas personas son las que lo tienen más duro a la hora de poder guardar parte de sus ingresos.
Pero por normal general, las personas con un empleo estable, las parejas que ingresan dos sueldos en casa, etc, SÍ que tienen en su mano la posibilidad de guardar parte de su dinero todos los meses. La cuestión está en proponérselo DE VERDAD y hacer los SACRIFICIOS que el ahorro requiere.
Controla lo que ingresas y lo que gastas
¿Cuál es tu sueldo? Ponle que 1500 euros…
Bien, pues con eso, lo primero que tienes que hacer es cubrir tus gastos básicos imprescindibles. Tienes que aprender a identificar lo que son gastos primarios, gastos secundarios y gastos puntuales.
Una manera genial de llevar controlados los ingresos y los gastos, es a través de aplicaciones de ahorro que te ayuden a gestionarlos desde tu mismo móvil. Incluso algunos bancos ya te hacen ellos mismos un desglose de tus gastos mensuales según los movimientos de tu tarjeta. También puedes recurrir a una hoja de Excel o al papel y boli de toda la vida. Lo importante es que sepas cuánto dinero entra y sale, y en qué se va.
Puedes hacer una clasificación de tus gastos por categorías y así te será más fácil organizarte. Puedes crear una tabla y subdividirla en las categorías que necesites, de hecho, cuanto más detallada mejor control de los gastos llevarás.
Ahorrar es un objetivo vital más, como ir al gimnasio o seguir una dieta saludable.
¿Qué haces tú para estar en forma? sudas y sufres las agujetas; ¿qué te quitas de en medio en la dieta para mantener “el tipín”? pues los dulces, los fritos, incluso la pasta italiana.
¡Pero es lo que hay!
Y del mismo modo, para ahorrar no puedes gastar todo lo que ganas, y menos, en cosas que realmente no necesitas. ¿Puedes guardar dinero comiendo una vez al mes fuera de casa? Puedes. ¿Puedes ahorrar comiendo todos los fines de semana fuera? ¡Ah!…. Ahí ya no… estás derrochando tus ingresos en algo que… ¿de verdad necesitas?
No te decimos que no te des un capricho, hay que vivir y disfrutar de lo que nos gusta, pero no pierdas de vista la siguiente idea: el ahorro de hoy, será tu herramienta para conseguir la libertad financiera mañana.
Cuando ya tengas todo esto claro, lo primero que tienes que hacer, obviamente, es pagar los gastos primarios (luz, agua, comida…), etc. Y de lo que te quede de sueldo, aparta siempre un porcentaje para el ahorro. Yo te recomiendo que guardes al menos un 10%. Y con el resto, cubre tus gastos secundarios.
Reduce los gastos innecesarios
La clave está en reducir precisamente esos gastos, los secundarios, sobre todo los que no necesitas: ¿estás apuntado al gimnasio pero no vas? ¡Desapúntate!, ¿tienes contratado un servicio de vídeo en streaming que no aprovechas? ¡Fuera también!, ¿Desayunas fuera todos los días? ¡Levántate media hora antes y hazte una tostada en casa!… ¡Ve al trabajo en bici o en transporte público en lugar de ir en coche!…
Puedes hacer mil cosas. Pequeños gestos que te van a hacer ahorrar un buen pico si los sumas. Esfuérzate un poco y sobre todo, no toques lo que vayas ahorrando. Mételo todo en una cuenta aparte de momento y olvídate de que está ahí.
Prepara un presupuesto doméstico
No se trata de que pongas tu vida patas arriba y dejes de pagar cosas a lo loco. Se trata de que analices qué es fundamental para ti y qué es prescindible. Hacer un presupuesto máximo de gastos generales puede servirte también como orientación. Pero siempre que ese presupuesto sea realista.
Te recomendamos que empieces por hacer lo que te mencionábamos antes para acostumbrarte a ahorrar. Cuando lleves un tiempo haciéndolo, entonces, haz el presupuesto. ¿Cómo? No te asustes que es fácil.
Enfócalo de manera anual y luego divídelo en meses sabiendo ya cuánto gastas al mes más o menos entre gastos principales y secundarios. Tienes que hacer un baremo mensual (por eso te decíamos lo de hacer el presupuesto después de tener los gastos controlados) A ese baremo, añádele los gastos puntuales que calculas para cada mes (Navidad, vacaciones, vuelta al cole de los niños, etc) Ese presupuesto te dará una idea general de cómo va tu ahorro a lo largo del año y de los posibles recortes que aún puedas hacer.
Cuando pase ese año, habrás ahorrado una cantidad suficiente para empezar, por ejemplo, a formarte en inversión, con lo cuál, aprenderás un nuevo método para hacer que el dinero que tienes guardado, empiece a trabajar para ti.
Invierte en educación financiera
Interésate por saber qué son los ingresos pasivos, el apalancamiento, el interés compuesto… Es lo que siempre te decimos: encuentra la manera de que el dinero trabaje por ti, y no al revés.
Considera inscribirte en nuestro curso de trading y bolsa para obtener una formación más completa y específica.
No te vamos a engañar. Ahorrar para ser libre a nivel financiero requiere de compromiso y de tener las ideas y los objetivos muy claros. Seguramente debas cambiar parte del presupuesto que tienes para salidas y fiestas para invertirlo en libros, cursos y estudio, pero TE ASEGURO que, a la larga, si sabes sacarle provecho a tu formación, te vas a alegrar muchísimo de haber tomado esa decisión.
Invertir desde hoy es la clave
Quizás la clave estaría en preguntarse cuánto consideras que necesitas para empezar a invertir. Si partes de considerar que necesitas 10 000 euros y, actualmente, con tu trabajo apenas ganas 1300, por ejemplo, puede que pienses que, sin privarte de grandes cosas, puedes ahorrar unos 200 euros al mes. Así visto, en poco más de 4 años podrás empezar a invertir.
Pero 200 euros invertidos hoy pueden convertirse mañana, con muchas probabilidades de éxito, en 250 que, invertidos de nuevo al día siguiente serán quizás 325, y que a la siguiente jornada se habrán convertido posiblemente en 500. No hace falta que calculemos en cuánto tiempo habrás conseguido 10 000 euros, ¿verdad?.
Aunque las cifras no siguiesen esas proporciones de rendimiento y fuesen menores en un principio, siempre estarás generando unos rendimientos que de otra forma no tendrías.
Puede que te preguntes qué ocurre si pierdes esos 200 euros. Evidentemente, cabe la posibilidad. El aprendizaje no está exento de posibles errores. Pero el mes siguiente contarás con otros 200 euros de los que puedes disponer, y con una serie de errores marcados en tu lista que mes a mes irán siendo sustituidos por aciertos. Ese aprendizaje también es inversión.
En pocos meses habrás ido adquiriendo conocimientos y experiencia. Tus rentabilidades irán aumentando y tus riesgos disminuyendo. Tus operaciones se irán haciendo cada vez más efectivas y tu dinero se irá multiplicando.
Mediante la fórmula de ahorro, el dinero solo suma en pequeñas cantidades mes a mes, mientras que en la de inversión se multiplica cada vez sobre una base acumulada.
La inversión te brindará la posibilidad de ir dirigiendo parte de tus réditos a valores a largo plazo cada vez más seguros que, a pesar de ofrecerte un menor rendimiento que el de las inversiones mediante el trading, garantizarán tu estabilidad a futuro. Ese es el verdadero ahorro.
Ahorrar está en tu mano. No te pongas más excusas. Sopesa bien los pros y los contras de hacer ciertos sacrificios hoy, para tener mañana una economía más próspera y sana. Y ponte a ello. La única persona que te va a dar la libertad financiera, eres tú mismo. ¡Únete al Club BPT para recibir más consejos interesantes de forma gratuita!